Conociendo el impacto negativo del tecnopor, las estudiantes de Puno desarrollaron un envase descartable biodegradable en base a las fibras de los tallos vegetales de la totora y el ichu.
El tecnopor es un material altamente usado en el Perú por restaurantes, cafeterías, ambulantes e incluso algunas máquinas expendedoras de bebidas. Según un estudio realizado por Macroconsult en el 2018, los hogares peruanos consumen aproximadamente 5.8 unidades de tecnopor a la semana.
Este elevado consumo se da, a pesar de que se ha demostrado que puede ser tóxico al estar en contacto con altas temperaturas, ya que genera toxinas como el bisfenol A (BPA), los ftalatos y el estireno. Este último es un tipo de plástico, con consecuencias muy graves en el sistema nervioso de las personas y causante del cáncer, por lo que está prohibido en más de 90 ciudades alrededor del mundo.
Además, puede demorar hasta 500 años en degradarse y por su alto coste se recicla menos del 1% de los 14 millones de toneladas producidas al año a nivel mundial.
Biochua
Ante ello, Cleydi, Khaterin, Edith y Karen, alumnas el 5° de secundaria de la I.E.S. Emblemática-G.U.E. José Antonio Encinas, decidieron, junto a su profesor David Mamani, crearon este nuevo envase descartable a través de su proyecto Biochua.
Las jóvenes buscan reducir la contaminación generada por el uso de recipientes de tecnopor en la venta de las comidas al paso en Juliaca y la quema de totora e ichu en la zona. Además, contribuir a la prevención de enfermedades cancerígenas y del sistema nervioso entre los pobladores.
“Biochua” es uno de los cinco finalistas del concurso Soluciones para el Futuro de Samsung Perú. Esta iniciativa busca promover las ciencias e ingeniería en jóvenes estudiantes como herramientas clave para lograr un futuro sostenible, y de la misma manera, fomentar el interés en carreras STEM, consideradas las carreras del futuro.