Latam Airlines Perú se convirtió en la primera aerolínea nacional en alcanzar dos estrellas del programa Huella de Carbono, una distinción que ofrece el Estado peruano, a través del Ministerio del Ambiente (Minam), a aquellas organizaciones públicas y privadas que logran calcular, medir y verificar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en su actividad comercial, en beneficio del ambiente.
La primera estrella fue recibida por parte del CEO de Latam Airlines Perú, Manuel van Oordt, en el mes de mayo durante el Congreso Internacional de Sostenibilidad “Sumaq Llactay”, organizado por LATAM Perú y que fue parte central de las acciones celebratorias que viene desplegando la aerolínea al cumplirse 25 años de sus operaciones en el país.
En aquella ocasión, el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, destacó el compromiso de LATAM Perú para reducir su huella de carbono, impulsando iniciativas con el fin de “sostener un medio ambiente saludable y mantener nuestras tradiciones y cultura en el país”.
En efecto, la aerolínea ha impulsado de forma concreta acciones sostenibles como sus iniciativas Avión Solidario o Segundo Vuelo, que han conseguido importantes avances en materia de responsabilidad social y economía circular.
“Este reconocimiento es muy importante para nosotros pero también significa un compromiso aún mayor con nuestros pasajeros y con el medio ambiente. Tenemos que cuidar el planeta, preservar los ecosistemas, y ajustar nuestra operación a objetivos sostenibles”, sostuvo Manuel van Oordt.
El ejecutivo también destacó la iniciativa “1+1: Compensar para conservar” que permite a los pasajeros compensar la huella de carbono de sus vuelos a lo que LATAM suma duplicando la compensación para generar mayor beneficio, que luego transferido en proyectos de conservación como el que mantiene la aerolínea en Perú, Nii Kaniti en la región Ucayali; y en Colombia, CO2Bio, un proyecto en cooperación con Fundación Cataruben.
Latam Airlines Perú tiene importantes metas que cumplir en el futuro próximo. Hacia el 2030 tiene como metas reducir y/o compensar el equivalente al 50% de las emisiones domésticas de GEI, así como apuntar a que el SAF (combustible sostenible de aviación) represente el 5% de su consumo de combustible. Todo ello como parte de su camino hacia la carbono neutralidad.