Amstel: Marca de cerveza trae trofeo de la Commebol Libertadores al Perú

En noviembre del 2019, el Perú fue escenario de la final de la Conmebol Libertadores entre Flamengo y River Plate, donde los peruanos tuvieron la oportunidad de disfrutar la fiesta del torneo de fútbol sudaméricano con mayor historia a nivel de clubes.

Luego de casi dos años, Amstel hizo posible la vuelta del trofeo internacional al país, convirtiéndose en la primera marca de cerveza en hacerlo, gracias a su campaña Golpe de Suerte, que buscó premiar a hinchas apasionados.

Durante la semana pasada, el trofeo de la Conmebol Libertadores estuvo en Lima, y el último sábado 25 de septiembre pudo ser visitada por un seleccionado grupo de afortunados, entre ganadores de la campaña, personajes del fútbol local, líderes de opinión e influencers que vivieron desde cerca la experiencia Amstel.

Esto último fue a propósito del desenlace de Golpe de Suerte, la campaña que permitió la posibilidad de ganar la visita al Nacional, además de otros premios como tatuajes, zapatillas de lujo, relojes de alta gama, torres de sonido, Playstations 5 y más.

La difusión se dio bajo una cobertura en televisión, vía pública y radio, además del apoyo de personas asociadas al fútbol, como Giancarlo Granda, Ana Lucía Rodriguez, Talía Azcarate, Vanessa Almenara, y el reconocido ex futbolista Sergio Ibarra, quienes permitieron un mayor acercamiento hacia los consumidores de la marca.

«Nos sentimos orgullosos de ser la primera marca de cerveza que trajo el trofeo al país. Solo tenemos tres meses en el mercado nacional y tenemos grandes expectativas de lo que vendrá para nosotros y para los peruanos«, comentó Camila Gonzalez, Brand Manager de Amstel.

«Además, sabemos que el fútbol y la buena cerveza despiertan grandes emociones y seguiremos buscando compartir experiencias de manera responsable para nuestros consumidores«, agregó.

La misma compañía, patrocinadora oficial del torneo internacional de fútbol, no solo fue responsable de la llegada y presentación del trofeo, también gestionó su traslado hacia la joyería Camusso, lugar donde fue fabricado en el año 1959 en la capital.

Estas iniciativas causaron impresiones importantes sobre la proyección y potencial crecimiento de la marca de origen neerlandés para los próximos años.