freidora de aire

En los últimos años, la freidora de aire se ha convertido en uno de los electrodomésticos más usados por las personas. Y es que este popular artefacto permite cocer o freír cualquier alimento sin necesidad de sumergirlo en aceite.

En este contexto, Sergio Parco, especialista de Indurama, comparte algunos puntos para usar la freidora de aire como se debe y sacarle el máximo provecho.

Toma en cuenta su potencia y capacidad. Antes de usarla, verifica su tamaño y potencia. Existen freidoras de aire con capacidades entre 1 y 6 litros y con potencias que va entre los 1000w hasta 1800w, por lo que los tiempos de cocción y las porciones varían. En ese sentido, resulta útil guiarse de las recomendaciones dadas en los manuales.

Límpiala después de su uso. Limpiar la freidora de aire ayuda a prolongar la vida útil del artefacto. Para ello, ten en cuenta que debe estar fría y desenchufada para asegurar su correcto aseo y evitar accidentes. Asimismo, utiliza los limpiadores recomendados para no dañar las partes teflonadas.

Evita llenar por completo la rejilla. El funcionamiento de la freidora depende, en gran parte, de la circulación del aire caliente. Por esta razón, se recomienda cocinar los alimentos en pequeñas o medianas cantidades para asegurar que el aire circule correctamente y los alimentos queden crujientes.

Usa la temperatura de cocción adecuada. La temperatura de cocción depende de cada alimento. Por ello, es recomendable verificar con la receta o empaque del producto cuál es la temperatura adecuada para asegurar la correcta cocción del mismo.

Voltea los alimentos de vez en cuando. Es aconsejable voltear los alimentos de vez en cuando para que se cocinen de manera uniforme, en especial para los alimentos empanizados y los que requieren periodos largos de cocción.

La freidora de aire es un electrodoméstico práctico y versátil que permite cocer los alimentos de forma más saludable. Sin embargo, como todo artefacto, necesita ser utilizado según las instrucciones y se debe dar mantenimiento periódico para conservarla en buen estado.