Muchas personas acostumbran a dejar su auto en la intemperie sin darse cuenta que este puede sufrir grandes daños en los días soleados. Por ello, se recomienda adoptar medidas de seguridad y prevención para evitar eso.
“Durante los meses de verano, nuestro auto puede estar expuesto a sufrir más tipos de daños, por lo que es importante, considerar un cuidado óptimo. Esto para asegurar un buen funcionamiento y prevención de daños a futuro”, señala Jorge Osaki, sub-gerente de Operaciones Posventa de Grupo Pana.
En este contexto, Osaki brinda algunos tips para evitar que el auto sufra daños severos durante la temporada de calor.
Protégelo del sol. Busca siempre estacionarlo bajo sombra. De no ser posible, utiliza temporalmente un cobertor para proteger la superficie del auto en las horas de exposición extrema a los rayos del sol. Por otro lado, en caso siempre quede expuesto por un corto tiempo, coloca un parasol que evite que se sobrecalienten partes internas como timón, tablero y asientos.
Mantén tu auto limpio. Lava tu vehículo durante temporadas de alta temperatura por lo menos una vez cada dos semanas. Procura no hacerlo con los rayos del sol cayendo directamente en él. Complementa el lavado con la aplicación de una cera absorbente de rayos solares la cual nos permitirá mantener en estado óptimo la pintura del vehículo.
Utiliza correctamente el aire acondicionado. Recuerda que todas las ventanas del auto deben estar completamente cerradas al momento de encender el sistema, y cuando la temperatura interna del auto esté casi al mismo nivel que la del exterior. Esto evitará que el sistema permanezca encendido por mucho tiempo lo cual consumirá la energía del motor y aumentará el consumo de combustible.
Realiza los mantenimientos preventivos recomendados. Existe una serie de revisiones necesarias para mantener confiable tu auto. El motor, los frenos tanto como los neumáticos pueden sufrir daños o funcionar mal como consecuencia directa de las altas temperaturas. Por ello, es importante que se realice un chequeo y diagnóstico general a tu vehículo.
Revisa el estado del motor. Durante el verano, es muy importante vigilar constantemente la refrigeración del motor. Hay que garantizar que el circuito del refrigerante no contemple fugas y esté libre de residuos que obstaculicen su flujo adecuado mismo. De esta manera, evitaremos sobrecalentamientos repentinos.
Examina los neumáticos. Las altas temperaturas afectan el buen estado de los neumáticos. Además, una presión insuficiente es la causa más habitual de desgaste irregular en el neumático, aumenta el consumo de combustible y puede dificultar la conducción. Por tal motivo, se recomienda que se revisen cada quince días, sobre todo en épocas de calor.