El cáncer es una enfermedad que golpea a todos, tanto a niños como adultos. A diferencia de las personas mayores, en el caso de los pequeños, este mal dura más, por lo que deben seguir un monitoreo de por vida.
El cáncer infantil puede ocurrir de un momento a otro, sin síntomas tempranos y en la mayoría de los casos se pueden curar. Los tipos de cáncer más frecuentes en ellos son la leucemia aguda linfocítica, linfoma y el cerebral.
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La leucemia agua linfocítica es cuando una célula de la médula ósea presenta errores en su ADN. El linfoma es un tipo de cáncer del sistema linfático que es parte de la red del organismo que combate los gérmenes.
«Los niños que ya superaron el cáncer no deben descuidar sus consultas periódicas, pues así se puede realizar una detección temprana de alguna recaída,», indicó María del Carmen Velandres, Gerente de Casa Magia.
Un niño oncológico debe recibir un tratamiento especializado como cirugías y quimioterapias para matar las células cancerosas, además de las radioterapias. Por ello, es ideal que tanto los padres como el menor deben estar debidamente informados de la situación.
Cabe resaltar que hay organizaciones como Magia que ayudan a niños oncológicos de bajos recursos a seguir sus tratamientos. La institución cubre medicinas, prótesis e insumos médicos, además de brindar albergue a pequeños que llegan a Lima desde diversas partes del Perú. Para conocer más de su labor, visita su página web.
