Muchos especialistas recomiendan a los padres de familia que sus hijos aprendan a tocar un instrumento musical desde pequeños, puesto que potencia su imaginación y creatividad.
Además, hacer música tiene grandes efectos positivos, ya que al tocar un instrumento musical pone en acción la menta y el cuerpo. Asimismo, esta práctica se convierte en un entrenamiento de múltiples sentidos tanto para niños, como para jóvenes y adultos.
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En este contexto, Any Ibarra, directora de la escuela de música Rock es cool menciona algunos beneficios por los que aprender a tocar un instrumento es beneficioso para la salud.
Desarrollan el sentido visual, auditivo y motriz. Gracias a la música, los sentidos se desarrollan en mayor amplitud, dado que al tocar un instrumento se ven favorecidos en el desarrollo y la salud de estos.
Mantienen una memoria más amplia. Los niños entre cuatro y seis años que aprenden a temprana edad a tocar un instrumento musical, desarrollan su memoria más que otros niños. Además, los ayuda en habilidades como la alfabetización, la memoria verbal, las matemáticas, el procesamiento visoespacial y el cociente intelectual.
Reduce el estrés y la ansiedad. Dedicarse a una actividad artística o creativa, contribuye con el objetivo de relajar y liberar tensión en niños, jóvenes y adultos, y los ayuda a sentirse más flexibles.
Ejercita la disciplina, la paciencia y la perseverancia. Para cumplir los objetivos hay que dedicar tiempo, ser constante y ordenado. Por eso, a través del estudio de la música, los estudiantes aprenden el valor del esfuerzo sostenido para lograr la excelencia y las recompensas del trabajo duro.