Windows 7

El sistema operativo de Windows 7 finalizó su ciclo de vida a inicios del 2020, lo que podría resultar peligroso para los usuarios que aún mantienen dicho programa. Por ello, se recomienda actualizar a Windows 10.

El FBI lanzó un comunicado donde advierte sobre los riesgos de seguridad que supone seguir usando Windows 7. Ante esta situación, ESET analizó las consecuencias de usar un sistema operativo que no recibe actualizaciones.

A inicios del 2019, Microsoft anunció que dicho programa iba a dejar de recibir soporte de forma gratuita y actualizaciones de seguridad al considerar que cumplió su vida útil. Y aconsejó a las personas a actualizarlo al 10.

En ese sentido, el FBI advierte que a medida que pasa el tiempo, este se volverá cada vez más vulnerable a la explotación de fallos de seguridad por la falta de actualizaciones.

Qué implica seguir con Windows 7 tras el fin de soporte

“En muchos ámbitos, como la salud o los sectores públicos en general, se sigue utilizando Windows 7 y esto… podría representar para la comunidad que sean víctimas de un ataque”, comenta Camilo Gutierrez, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

Incluso, hubo casos en los que al identicar vulnerabilidades como BlueKeep o Zero Day, se registraron ataques que buscan explotar fallos antes de ser parchadas. Esto demuestra que los cibercriminales están atentos a los que se exponen.

En el 2017 el ransomware WannaCry afectó a miles de sistemas a nivel mundial pese que ya existía un parche que corregía el fallo, pero no todos lo instalaron. Esto permitió que el código malicioso entre a los Windows vulnerables.

Situación actual por el COVID-19

De otro lado, la situación actual por el COVID-19 ha generado que muchos trabajen desde sus hogares, y los usuarios han estado usando los dispositivos de la casa. Esto ha derivado que haya un aumento de ataques de fuerza bruta dirigidos al Protocolo de Escritorio Remoto (RDP).

“Conocer los riesgos a los que nos exponemos permite tomar las medidas necesarias para evitarlos. La educación es un factor clave para mantenerse seguros, informarse sobre las últimas amenazas, actualizar los sistemas…”, concluye Gutierrez.