Para entender la Inteligencia artificial, el Instituto de Internet de Oxford y Google han creado la Guía básica de la Inteligencia Artificial (IA), con una serie de explicaciones sencillas y breves sobre la IA.
Esta guía incluye diferentes temas, desde aspectos básicos, desarrollo, sociedad y cómo usar la IA. Son 22 definiciones breves que podremos revisar para entender la IA.
Como adelanto, te mostramos cinco cosas que podrías aprender de esta guía básica de la Inteligencia Artificial.
La IA ya está en nuestra vida cotidiana
Probablemente has interactuado con la IA sin darte cuenta.
Si alguna vez has buscado una imagen específica en Google Fotos, le has preguntado a un asistente inteligente sobre el clima o has sido redirigido por el sistema de navegación de tu coche, ahí, la IA te ha ayudado.
La IA también está ayudando a resolver algunos desafíos globales más grandes. Por ejemplo, hay aplicaciones que la utilizan para ayudar a los agricultores a identificar problemas con los cultivos.
Y ahora hay sistemas que pueden examinar la información del tránsito de la ciudad en tiempo real para ayudar a las personas a planificar eficientemente sus rutas de conducción.
La IA se está utilizando para ayudar a abordar la crisis climática mundial
La IA permite procesar grandes volúmenes de datos y descubrir patrones, una ayuda invaluable cuando se trata del cambio climático.
Un caso de uso común son los sistemas potenciados por la IA que ayudan a las personas a regular la cantidad de energía que utilizan apagando la calefacción y las luces cuando salen de la casa.
La IA también ayuda a modelar el deshielo de los glaciares y a predecir el aumento del nivel del mar de manera tan efectiva que se pueden tomar medidas.
Los investigadores están considerando el impacto ambiental de los centros de datos y de la propia IA, explorando cómo desarrollar sistemas e infraestructuras más eficientes energéticamente.
La inteligencia artificial aprende de los ejemplos del mundo real
Así como un niño aprende a través de ejemplos, lo mismo ocurre con los algoritmos de aprendizaje automático.
Para entrenar a la IA se utilizan los conjuntos de datos: grandes colecciones de ejemplos, como datos meteorológicos, fotos o música.
Debido a su escala y complejidad, los conjuntos de datos pueden ser muy difíciles de construir y refinar.
Por esta razón, los equipos de diseño de IA a menudo comparten los conjuntos de datos para el beneficio de la comunidad científica en general,facilitando la colaboración y alimentando las investigaciones entre sí.
La IA puede ayudar a nuestros esfuerzos para detectar las falsificaciones
Las imágenes, discursos, música o videos falsos generadas por la IA que parecen reales son conocidos como “deepfakes”. Funcionan estudiando imágenes o audio del mundo real, mapeándolas en detalle y manipulandolas para crear obras de ficción que son hiperrealistas.
Sin embargo, a menudo existen algunas señales reveladoras que los distinguen de la realidad; en un vídeo deepfake, las voces pueden sonar un poco robóticas, o los personajes pueden parpadear menos o repetir sus gestos con la mano. La IA puede ayudarnos a detectar estas inconsistencias.
Es imposible enseñar a la IA lo que significa ser humano
Por muy inteligente que sea la IA (y lo será), no podrá entender todo lo que los humanos pueden. De hecho, se podría dar a un sistema de IA todos los datos del mundo y aún así no podría reflejar o entender a todos los seres humanos del planeta.
Esto se debe que somos personajes complejos y multidimensionales más allá de los datos que las máquinas usan para dar sentido a las cosas.
Los sistemas de IA son entrenados y guiados por humanos. Y depende de cada persona elegir cómo interactúan con los sistemas de IA y qué información se sienten cómodos compartiendo. Tú decides cuánto puede aprender la IA sobre ti.