Para jugar en línea, no solo se necesita una buena conexión a Internet, también influyen los servidores donde se alojan los juegos, indica César Sánchez, Country Manager para Chile y Perú de Kingston Technology.
Los servidores deben ofrecer un sistema robusto y veloz que responda a las exigencias de miles de usuarios que están conectados en tiempo real,
En los juegos en línea, todos los datos deben procesarse en la memoria de acceso aleatorio (RAM) de los servidores, donde se alojan grandes cantidades de datos.
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Por ejemplo, disparar una bala o esconderse en los juegos de shooter, o hacer un viraje repentino en juegos de carrera, por poner algunos ejemplos, debe ser calculada en millonésimas de segundo para que no existan desfases ni retrasos en la experiencia de juego.
“Las memorias de última generación para servidores hacen que los sistemas respondan mucho más rápido a los requerimientos de los usuarios, especialmente a los que utilizan la nube, ya que aumentan la velocidad de las aplicaciones”, agrega César Sánchez.
A medida que las memorias RAM evolucionan, los desarrolladores tienen más posibilidades de hacer volar su imaginación para crear situaciones de juego sin límites técnicos.
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Las memorias RAM para servidores que ofrece Kingston Technology, vienen en capacidades de hasta 64GB y velocidades de 3200Mhz.
Junto con una buena memoria, los servidores de videojuegos pueden responder aún mejor a sus usuarios mediante Unidades de Estado Sólido (SSD) que hacen más rápido el arranque de los sistemas.
“Las unidades SSD tienen capacidades de recuperación sumamente rápidas, y esto permite a los servicios en la nube trabajar al máximo nivel de eficacia en todos los tipos de datos que se procesan en el sistema”, señala el Country Manager de Kingston Technology.
La evolución de las memorias RAM y los SSDs de última generación de Kingston contribuyen a que se haga realidad la “magia” de jugar en línea, para que cada usuario pueda conducirse de manera más vívida y real en los más emocionantes mundos virtuales.
