La robótica y la Inteligencia Artificial (IA) marcan una nueva ruta para resolver con eficacia y rapidez los desafíos relacionados a ambientes de trabajo minero, como espacios confinados y de difícil acceso.
En la actualidad, el sector minero, como industria extractiva, desarrolla tareas sofisticadas que llegan a presentar grandes desafíos, evidenciando la necesidad de usar nuevas tecnologías que potencien sus operaciones.
Es aquí donde la ciencia y la tecnología, que emplean Tumi Robotics, entran a tallar para atender con eficacia y rapidez retos relacionados a espacios confinados y de difícil acceso. La Startup viene desempeñándose en esta industria, perfilándose como un referente nacional y regional.
“Ante necesidades de inspección y digitalización de infraestructuras, hemos desarrollado soluciones integrales, en las que la robótica permite un acceso libre de riesgos a espacios desafiantes para las personas«, comenta Francisco Cuéllar, CEO de Tumi Robotics.
«El internet de las cosas facilita la medición de variables y condiciones de infraestructura, mientras que la inteligencia artificial procesa el análisis de la información registrada”, acotó.
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Los robots están abriendo camino creando soluciones centradas en productividad y eficiencia. En el sector minero, estos equipos inteligentes facilitan la exploración, inspección y digitalización de espacios de difícil acceso, como túneles, ductos y cuerpos de agua.
Actualmente, existen modelos robóticos con un grado de autonomía cada vez mayor frente a su operador, con equipos con capacidad de reacción frente a circunstancias cambiantes.
La digitalización de datos cuantitativos y cualitativos al inspeccionar, que propone la startup peruana, permite acelerar la toma de decisiones que generan valor, con un modelo de trabajo que vela por la integridad de los recursos y el alcance de objetivos de desarrollo sostenible, a través de soluciones que pueden beneficiar también a sectores como energía, petróleo y gas.
De esta manera, Tumi Robotics busca convertirse en un referente en robótica a nivel internacional, alineado con objetivos de sostenibilidad, y cuenta con el respaldo de la aceleradora de hardware HAX, parte de SOSV, firma global de venture capital con sede en San Francisco (EEUU) y Shenzhen (China).
