vuelos internacionales

A causa de la pandemia del Covid-19, el 97% del sector aéreo en Latinoamérica se paralizó, afectando a más de 72 mil familias de la región que dependen de la «buena salud» del Aeropuerto Jorge Chávez, señaló Wilson Hoyos, miembro investigador de IDITUR, OSTELEA.

Ser un hub para Latinoamérica lo convierte en un punto importante, al ser capaz, junto a otros actores, de conectar con más de 48 ciudades extranjeras.

Los aeropuertos cumplen un rol determinante en el nivel de competitividad de los destinos al punto que se detalla como un apartado de la medición del Foro Económico Mundial, comenta el especialista.

Además, los Aeropuertos y asientos para viajes aéreos han sido reconocidos como elementos para el crecimiento sostenido del turismo, explica.

Solo en el 2019 transportaron más de cuatro mil millones de viajeros, y movilizaron más de mil quinientos millones de personas, aportando cerca del 10% al PBI mundial.

El Covid-10 ocasionó el 65% de decrecimiento del turismo mundial en lo que va del año, con meses que llegan hasta el 96%. Los relatos cuentan de las empresas turísticas en quiebra, más de 25 millones de historias personales de pérdida de empleo y de poblaciones enteras incomunicadas, comento Hoyos.

Lo que viene con la apertura de los cielos

Desde el 5 de octubre con las facilidades para llegar desde 11 ciudades de seis países de la región, Perú se ha sumado a la mayoría de Latinoamérica reabriendo sus vuelos internacionales.

Argentina y Venezuela reabrieron vuelos internacionales el 12 de octubre, Chile anunció reabrir su conectividad internacional el 14 de octubre y Uruguay aún evalúa la fecha para la apertura de vuelos internacionales.

Ahora los controles para viajes aéreos han cambiado radicalmente. Los nuevos protocolos que se van homologando internacionalmente en su mayoría requieren mantener el distanciamiento físico, uso de desinfectantes de manera permanente y el obtener un certificado de salud previo al viaje.

El aprendizaje logrado en estos meses, los nuevos hábitos diarios y nuestra responsabilidad nos permitirá que redescubramos el mundo a paso firme, concluye Wilson Hoyos.