Día Mundial del Emprendimiento emprender

Cada vez son más las personas que buscan emprender su propio negocio, y para ello, se requiere tener ciertas habilidades. Además, muchos especialistas señalan que es importante promover el emprendimiento desde la escuela, ya que aporta grandes beneficios a los estudiantes.

“El emprendimiento es una competencia que debería empezar a inculcarse desde el colegio, siendo parte de la currícula escolar. Iniciar desde temprana edad, ayuda a desarrollar habilidades y talentos en un mundo altamente competitivo y a ubicar intereses con mayor claridad.”, señala Alberto Guzmán Wilcox, director de la Escuela de Administración de Empresas y Servicios de la Universidad Le Cordon Bleu.

Asimismo, Guzmán mencionó que el Perú es el país con mayor espíritu emprendedor de la región y el quinto a nivel mundial. El 65% de los peruanos considera que emprender un negocio es una opción válida para asegurar su futuro.

En este sentido, la Universidad Le Cordon Blue menciona algunas habilidades y aptitudes que se necesitan para emprender un negocio.

Creatividad e ingenio. Las ideas son importantes porque a partir de ésta surgirán los proyectos a evaluar y desarrollar.

Pasión. Si se ama lo que se hace y se tiene motivación, se hará mejor, se ubicarán y enfrentarán los problemas con mayor facilidad y se estará más cerca de cumplir los objetivos.

Visión. Definir dónde se quiere llegar, ayudará a definir el camino, lo que se tiene que hacer y escoger los medios para lograrlo.

Liderazgo. Es fundamental detectar las oportunidades y aprovecharlas en el momento oportuno tomando las mejores decisiones guiando al equipo para el logro de las metas.

Paciencia. El éxito no se logra en el corto plazo. Hay que enfrentar las adversidades superándose una y otra vez, aprendiendo de los errores.

Confianza en ti mismo. Se debe ser el primero en confiar en el proyecto, sino será muy difícil que los otros lo hagan afectando su desarrollo y éxito.

Responsabilidad. Para que el proyecto sea viable, debe tomarse con seriedad, involucrándose en las diferentes actividades que desarrolle el equipo, evaluando los resultados con los clientes, socios y proveedores.

Receptivo. Hay que estar abierto a las ideas y propuestas, aprendiendo todo lo que se pueda y a recibir las críticas constructivas que se presenten que sirvan para la mejora continua.

Empatía. Ponerse en el lugar de los otros para entender sus necesidades, ayudará a crear y consolidar los vínculos laborales. La empatía te ayudará a conectarte con tus clientes y otros stakeholders.

Decisión. Tomar decisiones acertadas es fundamental para avanzar y lograr las metas. Eso requiere revisar las ventajas y desventajas de cada situación.